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Curiosidades históricas acerca de las cortinas y algunos trucos de decoración

Cuando piensas en comprar cortinas en Tenerife, seguramente, te sientes más preocupado por el color o la tela utilizada que por su origen. Sin embargo, las cortinas han tenido un largo recorrido histórico en la arquitectura, y conocer un poco de ello – junto con algunos trucos de decoración – puede cambiar y mejorar el ambiente de tu hogar. Por ello, te invitamos a seguir leyendo.

Con más de 3.000 años de existencia, la disponibilidad de las cortinas se ha incrementado a lo largo del tiempo. Sin embargo, esto no reduce su valor intrínseco – las mismas siguen siendo un elemento decorativo que ofrece lujo y confort, más allá de su uso práctico.

Evolución de las cortinas a través del tiempo

Las primeras cortinas eran transportadas de Asia hacia Egipto. Debido a los altos costes asociados, solamente las clases más altas y los faraones podían acceder a ellas, lo que las convertía en un símbolo de estatus. Además de decorar, se utilizaban para separar espacios.

Decoraciones con cortinas para habitaciones

Antes de Cristo

En Grecia el uso de las cortinas era parecido al descrito, con enfoque en la funcionalidad y sin una gran restricción monetaria asociada. Las mismas cumplían una función en las representaciones teatrales. Con cortinillas de lino, por otro lado, se impedía el paso de insectos como mosquitos y moscas y se creaban ambientes íntimos para dormir la siesta.

No es de sorprender, entonces, que Roma también las adoptase. A partir del año 150 a.C., Atalo II, rey de Pérgamo, usó cortinas en los hogares; así, cubrió puertas y ventanas para aislar recintos y decoró salones. Sin embargo, los materiales de los que se confeccionaban – seda y terciopelo – eran muy caros e inaccesibles a las clases bajas.

Después de Cristo

Este patrón se repitió en la Edad Media, y en particular, durante el Renacimiento. Con materiales exclusivos traídos de Oriente, además de decoraciones, flecos, bordados y apliques, los costes hacían que las cortinas solo se encontrasen en palacios y casas grandes.

Sin embargo, su función no era tan solo decorar. Si bien se seguían usando para la división de los espacios, colgándose de los techos en sustitución de las puertas y recogiéndose o dejándose sueltas según se quisiera tener o no privacidad, también ofrecían aislamiento térmico. Al no haber ventanas con vidrios, se confeccionaban con telas gruesas para proteger del frío.

No sería hasta el siglo XVIII que, las cortinas comenzarían a ser accesibles para familias sin gran poder adquisitivo. Volviendo, una vez más, a cumplir un rol principalmente decorativo, se convertirían en parte fundamental del diseño de interiores y la arquitectura.

Consejos y trucos para disfrutar de las cortinas

El siglo XX fomentaría aún más dicha adaptación de sus funciones. Esto se debió a que las cortinas eran más cortas para levantarse fácilmente, además de existir nuevos materiales de menor coste, y un enfoque dirigido hacia la sencillez y la funcionalidad. Es así como, hoy en día, todos los hogares suelen contar con su presencia. A la hora de instalarlas,

Simula habitaciones y ventanas grandes

Para hacer que una habitación parezca más grande, solamente necesitas colgar más alto las cortinas. ¡Si puedes hacer que pendan del techo, mucho mejor! Este truco simula altura. De forma similar, incluso si una ventana es pequeña, con cubrir por fuera de los laterales – de forma que no se vean sus bordes – producirá la impresión visual de mayores dimensiones.

Utiliza las capas a tu favor

Instalar diferentes niveles de cortinas añade clase de una forma muy sencilla, en especial si combinas telas traslúcidas con opacas. Si no quieres poner un segundo cortinero, coloca una cuerda elástica entre los dos soportes de la barra original.

Asimismo, si los textiles para bloquear la luz no te parecen atractivos a la vista, instálalos detrás. Con este fin, cose una tira de velcro en la parte trasera del cortinaje decorativo para que sostenga la tela opaca y parezcan una sola pieza.

Importancia de las cortinas en diseño de interiores

Consigue un aspecto pulcro

Una cortina torcida o levantada no tendrá el aspecto elegante deseado. Al momento de fijar el cortinero, puedes utilizar plantillas – por ejemplo, piezas de cartón pegadas a la pared – y un nivel para asegurarte de que la altura y la posición son las correctas.

Soluciona el problema de un colgado desigual añadiendo pesos. Con algunas monedas y un par de clips ocultos en la parte trasera, será suficiente para parezcan confeccionadas con seda y terciopelo. Con este nuevo conocimiento, ¡ya estás listo para convertir tu sala en un espacio digno de la realeza! Pero, si aún estás en búsqueda de las cortinas perfectas, encuéntralas en Decor Internacional.


Fuente: The Interior Design Blogger – Youtube