La iluminación y sus efectos son dos de los factores más importantes en la decoración de interiores y la transformación de los espacios. Gracias a la presencia de la luz, ya sea natural o artificial, se puede crear una sensación de amplitud, proporcionar calidez, destacar los espacios y los objetos disponibles, mejorar las proporciones y definir las áreas. Sigue leyendo, para que conozcas más sobre el tema.

Por tanto, el buen uso de la luz es fundamental en el diseño de interiores; y, además, influye en nuestro bienestar. Vivir en penumbras siempre ha tenido connotaciones negativas, por relacionarse con el miedo y la inseguridad. Le tememos a la oscuridad, desde nuestros primeros orígenes, porque el hombre primitivo, cuando llegaba la noche, era acechado por situaciones peligrosas y, potencialmente, destructivas.

En la época actual, la luz afecta nuestra salud. Así, por ejemplo, un ambiente poco iluminado unido a una cierta fatiga ocular, puede ser responsable de una gran variedad de accidentes domésticos. ¿Quién no se ha golpeado la espinilla por no poder ver el lugar por el que caminaba? Sabemos también, el daño que una luminosidad inadecuada puede causar a la vista.

La luz dentro del hogar influye en la salud

A nivel anímico, si las personas están pasando un mal momento, no contar con suficiente luminosidad les puede generar incluso más cansancio, estrés o decaimiento. Asimismo, se ha determinado que no visualizar correctamente, al leer y hacer trabajos manuales o en el ordenador, puede ser la causa de que mantengamos posturas inadecuadas. Esto a mediano y largo plazo produce molestias musculares.

En cuanto a la luz natural o solar, sabemos que regula ciertas funciones orgánicas; por ejemplo, los ritmos circadianos. Si se ven alterados por causa de la iluminación, el ciclo de energía diurna (para las actividades laborales u otra) y el relajamiento nocturno (para favorecer el sueño y el descanso) se impactarán negativamente. Y esto, podría incidir en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Otro de los problemas asociados a la ausencia de luz natural, es la deficiencia de vitamina D. Para que esta se reactive en el organismo, es necesario exponerse entre 10 y 20 minutos diarios a los rayos del sol. Por otro lado, el exceso de luz artificial también es negativo. Así, se recomienda trabajar con luz brillante (fluorescente o con alto contenido de azul) solo en las mañanas. Mientras que, una luminosidad tenue (lámparas incandescentes de baja potencia) es preferible al anochecer.

Diseño de interiores y buena iluminación

De todo lo anterior se deduce la gran importancia de tener buena luz en los entornos donde nos encontremos. La estética en la decoración es primordial y debido a que, muchas veces, utilizamos una misma habitación como oficina, área de lectura, costura, estudio, descanso o socialización; en cada ocasión, debemos asegurarnos de contar con la iluminación natural o artificial, más adecuada; sin afectar la belleza del lugar.

La iluminación correcta es imprescindible en todas las áreas del hogar. Además, ayuda a destacar y potenciar los diversos elementos que componen el decorado. Y cuando las ventanas, la orientación de la edificación o la hora del día no ayuda, debemos apoyarnos en lámparas y bombillas para proporcionar la claridad necesaria para la ejecución de la tarea que estamos realizando.

Apliquemos la iluminación correcta en cada ambiente

El mejor uso de la iluminación es aquel que aprovecha la luz exterior (natural) y la interior (artificial) de la manera más inteligente. Esto junto con otros elementos como cortinas, mobiliario, elementos decorativos, etc., le confiere una personalidad propia a la estancia. Para cada actividad existe un tipo de luz que resulta más o menos conveniente:

En conclusión, con la iluminación adecuada podrás adornar, darle estilo y lograr un mayor protagonismo de todos tus ambientes; resaltando los detalles decorativos al mismo tiempo que cuidas de la salud de tu familia. En Decor Internacional te asesoraremos sobre las opciones más convenientes para tu hogar.